{Reseña} Ciudades de papel

Título: Ciudades de papel
Autor: John Green
Editorial: Nube de tinta
Páginas: 368

Sinopsis: En su último año de instituto, Quentin, un desastre en popularidad y en asuntos del corazón, se reencuentra con su vecina, la legendaria, inalcanzable y enigmática Margo Roth Spiegelman, quien se presenta en su habitación en mitad de la noche para proponerle que le acompañe en un plan de venganza inaudito contra todos aquellos que les han hecho daño a lo largo de su adolescencia. Después de esa intensa noche que parece sellar un nuevo destino para ambos, Margo desaparece. Quentin está convencido de que la chica le ha dejado a él, y sólo a él, las claves para encontrarla.

Reseña: Cuando compré este libro lo hice sin dudar, emocionada por leer algo nuevo de Johnn Green {quien me ganó con ‘Bajo la misma estrella’}. Sin embargo, conforme avancé en la historia me di cuenta de que no era lo que esperaba. Sufrí para terminar el primer capítulo, así, tal cual; es más, hasta revisaba cuántas páginas me faltaban para pasar al siguiente apartado. Y créanme, cuando uno hace eso es porque algo anda mal, muy mal.

La historia comienza con Quentin narrando una extraña anécdota de su infancia, una anécdota que compartió con Margo cuando ambos eran niños y que, aún dentro de una historia ficticia, me pareció imposible. Desde ahí supe que el libro y yo no seríamos amigos.

Como se menciona en la sinopsis, Quentin y Margo salen una noche para vengarse de aquellos que los trataron mal con anterioridad, y debo decir que lo que ocurre durante esa aventura me pareció tan poco verosímil que me sentí mal. Quizá porque esperaba algo más emocionante pero que, a la vez, no sonara imposible. Y es que, llega un momento en que te detienes y te preguntas: ¿esto es en serio?

Puntos malos;
El gran problema de Ciudades de papel es que, aunque se lean tres o diez capítulos, no se sabe cuál es la idea central de todo. ¿Me entienden? Es como leer por leer, esperando que en algún punto se revele la clave del libro. Y así me mantuve durante muchos capítulos hasta que me di por vencida, simplemente no pude seguir más.

Los personajes, Quentin y Margo, no son, ni por asomo, únicos. Son extraños y tienen ciertas características que los hacen “especiales”, pero ni siquiera te los crees. Es decir, mientras más leía acerca de Margo más segura estaba de que tenía un problema mental. Es decir, su conducta rayaba en lo imposible.

Y Quentin, bueno, él me parecía del tipo que le decías: aviéntate al barranco, y lo hacía. Sí, tenía algunas frases graciosas que lo salvaban, y amigos que lo hacían resaltar, pero hasta ahí. Su personaje también me pareció imposible de digerir.

Es más, hasta los personajes secundarios eran más amenos que los principales. Los amigos de Quentin tenían detalles que te hacían reír mucho, aunque más allá de eso tampoco son algo para inmortalizar.

Puntos buenos;
John Green tiene una facilidad inexplicable para crear situaciones graciosas de la nada; frases, sobrenombres, descripciones, bromas que en verdad ayudan a aligerar la lectura. Eso me agradó mucho, pues el sólo hecho de recordar la colección de Santa Claus —y lo que implica para uno de los personajes— me permite esbozar una sonrisa tonta.

Y creo que es todo. No puedo salvar nada más del libro.


¿Lo recomendaría para leer? La verdad es que no.

Puntaje: 6/10

1 comentarios :

Merluza rosada dijo...

¿Me lo prestas? :3

Adoro a John Green, mas, no del todo a su obra. No sé por qué no logro conectar con sus publicaciones, pff, sin embargo, la reseña de este libro me parece divertida, así que igual puedo intentarlo.

¡Todo sea por la colección de Santa Claus!
Ya si me desencanta, bueh… al menos vendré a darle un +1 a tu texto ;D.

Publicar un comentario


up